
Os habéis parado a pensar alguna vez dónde se encuentran las carreteras más bonitas para recorrer con nuestra autocaravana. Desde Buena Ruta, os queremos recomendar 5 de los trayectos más espectaculares de toda Europa para que empecéis a planear vuestra próxima aventura y la compartáis con todos nosotros. Y es que, antes de llegar al destino al que nos dirigimos, siempre hay un camino por recorrer que puede convertirse en un destino en sí mismo. Así pues, ya que todos nuestros seguidores sois grandes aficionados al volante, creemos que no podéis perderos ninguna de las carreteras de las que hablaremos a continuación. ¡Agarraos, que vienen curvas!
Grossglockner (Austria)
Empezamos con la que muchos consideran la carretera más espectacular de Europa, la Grossglockner. Esta preciosa carretera se sitúa en el Parque Nacional de HoheTauern, tiene una longitud de 48km y une las regiones de Zell am See y Heiligenbult (Austria). ¡Cien por cien recomendable!
El primer tramo de la carretera tiene un desnivel medio del 15% y llega hasta el mirador de Edelweißspitze. Desde allí, se puede disfrutar de una panorámica de 360 grados donde las montañas y los glaciares absorben todo el protagonismo de aquellos que las contemplan con una cámara fotográfica en la mano.
Una vez pasado el túnel del Hochtor, entramos en el segundo tramo de la carretera. Si el anterior os ha gustado, este os dejará sin palabras. ¡Sí, sí, tal y como leéis! El paisaje es todavía más alpino y nos adentramos en el glaciar Pasterze, situado a los pies de la montaña más alta de Austriaque da nombre a la espectacular carretera, el Grossglockner (3.798m). Al final del trayecto, nos encontramos con el mirador Franz Josef Höhe, donde podemos aparcar la autocaravana y estirar las piernas con un paseo por el mismo glaciar Pasterze. Además, si vais en verano, y con niños, les encantará poder ver las marmotas más valientes de los Alpes pidiendo comida a los turistas. ¡Toda una aventura!
La Carretera del Atlántico (Noruega)
La siguiente carretera os dejará sin palabras. Elegida como la “construcción noruega del siglo”, la Carretera del Atlántico se ha convertido en toda una atracción turística desde su inauguración en el año 1989. Su belleza es tal, que grandes marcas automovilísticas como Mercedes decidieron utilizar esta carretera como pasarela para mostrar sus nuevos coches.Con una longitud de 8km y construida sobre el océano, la Carretera del Atlántico une las diferentes islas que se encuentran entre la población de Molde y la zona de Kristiansund, conocida por sus fiordos.Pero lo más espectacular del trayecto son los 8 puentes que se elevan con estilo y carácter sobre el nivel del mar. El más alucinante de todos ellos es el puente de Storseisundet, mide 260 metros y tiene un gálibo de navegación de 23 metros respecto al mar para facilitar la entrada y salida de los barcos, evitando así, la preocupación de los navegantes por el nivel en el que se encuentre la marea en el momento de zarpar.¡Qué pasada!A los más valientes os recomendamos ir durante la época otoñal, cuando las aguas del mar están más agitadas y suelen embestir la carretera.Pero aquellos que seáis más tranquilos también podéis disfrutar del paisaje, y es muy probable que avistéis ballenas y focas en el horizonte. ¿Qué, os animáis?
Sa Calobra (Mallorca)
Otra de las carreteras que os dejará boquiabiertos es la pintoresca ruta de Sa Calobra, un trayecto de 14 km que ondea desde una de la zonas más altas de la Serra de Tramuntana (con vista al Puig Major, la cima más alta de las Islas Baleares) hasta el Torrent de Pareis, un destino flanqueado por dos acantilados gigantes que crean un paisaje vertiginoso muy especial. Desde Palma, la capital de la isla, podemos contar hasta 800 curvas de camino al destino. Pero lo más espectacular de Sa Calobra son los 900 metros de desnivel hasta llegar al nivel del mar repartidos en 12 curvas de 180 grados. Y hay otra curva, la más famosa, de ¡360 grados! Y os preguntaréis ¿cómo es posible que exista una curva con estas características? Pues porque la curva “Nudo de la Corbata” pasa por debajo de sí misma en forma de lazo. ¡Toda una obra arquitectónica!
El Torrent de Pareis, destino final de la carretera, es un reclamo turístico muy famoso ya que supone uno de los pocos lugares de la Serra de Tramuntana con acceso directo al mar y fue declarado Monumento Natural en el año 2003. Además, debido a la buena audición que se crea entre los acantilados de 200 metros de altura, cada verano se celebra el Concert de Sa Calobra, una cita tradicional en Mallorca.
Wild Atlantic Way (Irlanda)
Irlanda, el país más lluvioso de Europa, tiene la suerte de poseer la ruta más abrupta y verde del mundo, la Wild Atlantic Way. Con un tramo de 2.500 km se puede disfrutar de paisajes alucinantes, gastronomía de lo más exquisita y deportes de aventura de todo tipo. Nos encontramos ante unas de las rutas más largas del mundo que recorre la costa oeste del país. El circuito empieza en la península de Inishowen (en el norte de Irlanda) y desciende hasta la pintoresca ciudad de Kinsale, en County Cork (en el sur). Lo más bonito del recorrido es ver los imponentes acantilados y las preciosas playas con vistas al Atlántico y ser testigo de cómo el agua y la tierra se encuentran continuamente debido al terreno en forma de sierra. Para todo aquel que desee aislarse del turismo de masas y disfrutar con su familia, pareja, amigos e incluso, solos, Irlanda es el lugar perfecto. Allí viviréis unas vacaciones únicas donde os encontraréis con las tradiciones más auténticas del Atlántico más salvaje.
Costa Amalfitana (Italia)
Gracias a su paisaje, historia y cultura mediterránea, la Costa Amalfitana fue nombrada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1997. Si os decidís por esta ruta, a lo largo de los 50km que unen los pueblos de Positano y Vietri sul Mare podréis descubrir una de las zonas costeras más bellas de toda Europa. Los pueblecitos están construidos con mucho encanto en lugares donde parece imposible edificar, algo que lo convierte en un lugar único y especial. Además, el azul del mar y las plantaciones de naranjos, limoneros y olivos que rodean la carretera hacen del destino un paradero irresistible para una escapada con nuestra autocaravana. ¡Y es que los colores están por todos lados! Conducir por este tramo se convierte en una experiencia inolvidable que regala vistas espectaculares cada vez que giramos el volante. ¿Os apetece un baño? ¡A nosotros, sí!