
Si alguien os preguntara… ¿Qué se puede visitar en Rumanía?
¿Cuál sería vuestra respuesta?
Desde Buena Ruta os queremos presentar uno de los países más bonitos de Europa, pero que todavía se mantiene en un segundo plano en términos de industria turística. Y es que Rumanía es un país cada vez más estable política y económicamente hablando, aunque aún le queda mucho por crecer en cuanto a cantidad de turistas internacionales. Por nuestra parte, nos parece muy atractivo saber que la visita en autocaravana a Rumanía es sinónimo de tranquilidad asegurada y nos garantiza la presencia de paisajes naturales vírgenes en su máximo esplendor. Es muy tentador, ¿verdad?
Una de las zonas más conocidas de Rumanía es aquella donde vivió el famoso Conde Drácula. La historia cuenta que Vlad Tepes, o también conocido como el “Empalador”, fue un sádico príncipe de la región de Valaquia que inspiró al escritor irlandés Bram Stoker a escribir la novela del Conde Drácula. Un ejemplo de acción destacada hecha por el príncipe en el año 1.488 fue la de organizar un gran banquete con vagabundos y mendigos. Una vez entraron en el salón, cerró todas las puertas y los quemó vivos. Para los seguidores de las serie de Juego de Tronos, os podemos revelar que el capítulo de La Boda Roja estuvo inspirado en esta parte de la leyenda.
A continuación os presentamos algunos de los highlights que nos encontraremos en nuestra ruta organizada en autocaravana La Perla Balcánica.
1. Brasov
Considerada como la ciudad más turística de Rumanía, en Brasov encontramos uno de los centros históricos con más encanto del país. Sus ostentosas fachadas barrocas, sus acogedores cafés y la zona de Sfatului (plaza central), hacen de su visita un lugar mágico y agradable. Otros de los lugares que se pueden visitar en la misma región son la Iglesia Negra, las ciudades de Rasnov y Sinania, y los preciosos montes Bucegi.
Brasov fue la ciudad donde llegó el príncipe Vlad a finales de 1.450 para obligar a empalar a los que no quisieran pagar impuestos o bien comerciar con él. Algo espantoso en ese momento y nada comparable con la preciosa ciudad en la que finalmente se ha convertido.
2. Castillo de Bran
A tan solo 30 kilómetros de la preciosa Ciudad de Brasov encontramos el tenebroso y a la vez espectacular Castillo de Bran. Actualmente, este punto de Transilvania se ha convertido en el destino más visitado de los últimos años. Tal emplazamiento se construyó en el siglo XII y fue el lugar de inspiración para que el autor de la novela del Conde Drácula, Bram Stoker, describiera el hogar del tan temido príncipe de Valaquia. A día de hoy, encontramos una localidad muy pequeña, cuya calle principal está ambientada con puntos de venta de souvenirs de temática vampírica. Algunos ejemplos son crucifijos, ajos y mini vampiros hechos de madera. Para terminar la visita al pueblo, no hay nada como una buena degustación de la cocina tradicional del país, como por ejemplo la mămăligă, una masa hecha de harina de maíz que se utiliza como acompañamiento para una gran cantidad de quesos; sarmale, unas hojas de col rellenas de carne con arroz, o la ciorbă, una sopa de verdura o carne.
3. Sighisoara
Otro de los lugares más emblemáticos de la ruta de la Transilvania profunda es la preciosa ciudad de Sighisoara, también conocida por ser el lugar donde vivió la mayor parte de su vida el espantoso y temido príncipe Vlad Tepes. Su estratégica situación entre el mundo europeo del Renacimiento y el Oriente, se aventajaba de los intercambios comerciales entre ambas culturas. Es por esta razón por la que se convirtió en una de las ciudades burguesas más importantes del centro-este de Europa, gracias a su popularidad.
Con casas de colores y calles con mucha pendiente repletas de empedrado, la ciudad medieval de Sighisoara se convirtió en Patrimonio de la Humanidad en 1.999. Otros de los puntos más destacados de la ciudad son La Torre del Reloj o la Casa Drácula (con tiendas de artesanos y viejos anticuarios).