
Suele pasar que cuando pensamos en Islandia lo que nos viene a la cabeza es hielo, frío, y auroras boreales. Pero al hacerlo nos olvidamos que en aquellos países donde el sol no aparece en todo el invierno, en verano nos regala días interminables donde la oscuridad no existe. Es el caso de la isla de Islandia, donde quienes la visiten durante la época estival descubrirán la increíble experiencia de enlazar un día con otro, simplemente separados por el sol de media noche.
¿Queréis vivirlo? Pues debéis saber que Reykjavik es una visita obligada, especialmente en verano, cuando la ciudad se llena de la energía del sol y sus posibilidades se multiplican.
Por eso, desde la oficina de turismo de Reykjavik han elaborado un top ten de actividades que la ciudad os propone para vuestras próximas vacaciones y que hoy compartimos con vosotros.
¿No hemos dicho que en verano el sol nunca se pone? ¡Pues quedaros despiertos hasta tarde e ir a visitar la impresionante escultura Solfar Sun Ship, en el paseo marítimo de Reykjavik! Este es uno de los mejores lugares para disfrutar de un espectáculo de la naturaleza único: el sol de media noche y su luz, posándose sobre esta obra de arte.
Disfrutad de las vistas, sonidos y aromas de la naturaleza con una excursión al salvaje entorno de la reserva natural de Heidmörk y ¡alargad el día tanto como os apetezca!
Y cómo aquí los días dan para mucho, subiros a un ferry y visitad la bella isla de Videy, un auténtico tesoro en el corazón de Reykjavik, donde disfrutar de naturaleza, historia, arte y cultura a partes iguales.
¡Id a la playa! Sí, sí, en Islandia también se puede. Existe un lugar en la bahía de Reykjavik donde bañarse es un auténtico placer. Se trata de la playa Nauthólsvík, una playa termal, y el único punto del país donde sumergirse en el océano es una experiencia parecida a hacerlo en el Mediterráneo. Y para los amantes de las emociones fuertes, ¡atreveos a daros un chapuzón en las frías aguas del Atlántico! Ni en verano logran subir de los 14 grados.
Asomaros a disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad desde el punto más alto del emblemático edificio de La Perla. Desde allí, también observaréis los encantadores bosques de Öskjuhlíd.
¡Llenaros de energía y tonificad cuerpo y mente en uno de los muchos spas y piscinas termales de la ciudad!
Y después de haber recargado vuestras pilas, ¿por qué no os unís a la vida nocturna de Reykjavik? ¡Quizá sea porqué aquí nunca se hace de noche, que la fiesta dura 24 horas!
Pero si no salisteis el día anterior, levantaros pronto y conseguiréis ver las ballenas y los frailecillos (unos divertidos pájaros) que suelen unirse a las excursiones marítimas que a diario parten del Puerto Viejo. Una vez allí, disfrutad de sus tiendas y restaurantes.
Para un gran paseo con el que conocer el origen de la ciudad, apuntaros a una ruta guiada por sus viviendas históricas, donde descubriréis sus leyendas y sus más curiosos habitantes. ¡Visita obligada para todos aquellos aficionados a la historia!
Alquilad una bicicleta y descubrid la ciudad pedaleando. ¡Las temperaturas lo permiten! Además, la extensa red de carril bici os llevará hasta algunas de las joyas de la ciudad.
Después de lo leído… ¿Os apetecen unos días en la isla del hielo y el fuego? En www.visitreykjavik.is encontraréis ésta y mucha otra información. Pero para visitarla en autocaravana, ya sabéis, ¡venid con Buena Ruta!