
Jofre, un informático alegre; Txell, una bióloga soñadora, y Eli, una criminóloga aventurera. Somos un equipo heterogéneo y nos entendemos muy bien: Jofre y Txell son pareja, y Txell y Eli, hermanas. Viajamos siempre acompañados de nuestros amigos peludos, dos simpáticos perros: Lluna y Flam. Cuando viajamos, somos imparables. Compartimos nuestras aventuras en autocaravana y con nuestros perros. En marzo de 2017 emprendimos un gran viaje de varios meses con nuestra autocaravana, una vuelta a Europa, y sin duda, nos ha dejado una gran huella…
Viajando en autocaravana con nuestros amigos peludos
Viajar en autocaravana te ofrece muchas ventajas pero, para nosotros, la mejor de ellas es poder viajar con nuestros compis peludos sin preocuparnos por nada y sobre todo pudiendo improvisar. Antes de tener la autocaravana ya habíamos viajado con ellos a bastantes lugares alojándonos en apartamentos, bungalows o en tienda de campaña.
Es posible viajar con perros, pero si no viajas con la casa a cuestas estás casi obligado a planificar la ruta y reservar los alojamientos con antelación después de hacer búsquedas y consultas para asegurarte que los aceptan. La autocaravana te abre un abanico de posibilidades infinitas y lo que es mejor, puedes improvisar: preparas las cuatro cosas que necesitas y te vas. Es tan fácil como subir a la autocaravana, poner primera y ¡adelante! ¡Que empiece la aventura!
Nosotros nos lo tomamos al pie de la letra y la aventura empezó: dejamos volar la imaginación y soñamos con un viaje, una vuelta a Europa en autocaravana circular. Queríamos explorar Noruega y llegar hasta Cabo Norte, avistar ballenas, ir en canoa en algún lugar bonito, descubrir playas y montañas y compartir esta experiencia viajera con nuestros perros.
Hacía poquito tiempo que teníamos la autocaravana, éramos novatos, pero nos lanzamos. ¿Qué podía pasar? Si teníamos una avería en la autocaravana iríamos a un taller, si nos encontrábamos mal iríamos al médico, si los perros no estaban bien siempre encontraríamos un veterinario…Así que el viaje empezó. Y sí, nos pasaron un montón de cosas “malas”: perdimos un retrovisor en un coche con otra autocaravana, se nos rompió la puerta de la nevera (nos cayó al suelo literalmente mientras circulábamos, vaya susto) en una carretera perdida de Suecia, la autocaravana no nos arrancó estando en un puerto de montaña de Noruega casi sin cobertura, Flam se hizo un corte profundo en una pata, Lluna tuvo un ataque de alergia, pero todo lo superamos y aprendimos.
¿Y qué más nos pasó? Descubrimos unas inmensas playas en la isla de Rømø en Dinamarca, dormimos con la autocaravana delante del fiordo Roskilde y vivimos un atardecer memorable, nos enamoramos de las islas Lofoten (de sus montañas que empiezan desde el mismísimo mar y de sus playas escondidas), avistamos ballenas en las islas Vesterålen, exploramos la salvaje isla Senja, llegamos a Cabo Norte, recorrimos la región de Finnmark y llegamos en barca a la isla deshabitada de Hornøya, bajamos por Finlandia y exploramos el lago Saimaa en canoa, embarcamos la autocaravana en un ferry y llegamos a Tallin, recorrimos los países Bálticos, exploramos los montes Tatras de Eslovaquia a pie, recorrimos Polonia, volvimos a la Selva Negra (y ya van 3 veces, ¡nos encanta!) y descubrimos la región de Alsacia en Francia.
Y todo eso lo compartimos con nuestros perros, viviendo intensamente cada minuto, construyendo una experiencia que nos ha quedado grabada.
<h3>Jofre, Txell, Eli, Lluna y Flam</h3>